Home / Posts Tagged "Cannabis" (Page 2)

La fibra de coco lleva utilizándose en el sector de jardinería y agricultura desde hace mucho tiempo, ya que cada vez más personas buscan alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Uno de los descubrimientos más interesantes en este sentido es el uso de la fibra de coco como sustrato de cultivo.

La fibra de coco ofrece numerosos beneficios tanto para las plantas como para el entorno en el que cultivan. En este artículo, exploraremos como la fibra de coco puede ser una solución eficiente para el crecimiento de tus plantas.

¿Qué es la fibra de coco?

La fibra de coco es un sustrato obtenido de fibras y polvo que han sido debidamente tratadas para que se pueda utilizar en jardinería, agricultura y horticultura. Este material es inerte y estéril, gracias a su gran capacidad de aireación consigue que la planta crezca y se desarrolle a mayor velocidad por lo que el ciclo de cultivo puede llegar a acortarse, proporcionando cosechas de cannabis en menos tiempo.

Su uso como sustrato empezó en los años 40 pero comenzó a extenderse en los años 90, cuando los holandeses lo introdujeron en la horticultura. Proviene de países con una gran producción de cocoteros como India y Sri Lanka. Estas regiones desechaban los restos sobrantes del coco, hasta que se descubrió su gran potencial en agricultura y jardinería y en el cultivo de plantas como la marihuana.

Beneficios de la fibra de coco para el cultivo

-Retención de agua: La fibra de coco tiene una excelente capacidad para retener agua. Esto significa que tus plantan tendrán un suministro constante de humedad, impidiendo tanto la sequía como el exceso de riego. Además, esta propiedad reduce la frecuencia de riego requerida, ahorrando agua a largo plazo.

Sostenibilidad: Es un subproducto renovable de la industria del coco, al utilizarla como sustrato de cultivo, estás contribuyendo a reducir los residuos y aprovechando un recurso natural disponible en abundancia.

Aireación del suelo: La fibra de coco tiene una estructura porosa que permite una buena circulación de aire en el sustrato. Esto es esencial para el desarrollo de un sistema radicular saludable, ya que las raíces necesitan oxígeno para crecer adecuadamente.

-Nutrición vegetal: Es rica en nutrientes esenciales como el potasio, magnesio y hierro que son absorbidos fácilmente por las raíces favoreciendo el crecimiento de la planta. Además, su pH neutro evita problemas de acidez o alcalinidad que podrían afectar al desarrollo de las plantas.

-Control de plagas y enfermedades: Tiene propiedades antifúngicas y antimicrobianas naturales. Esto ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades y plagas que puedan dañar tus cultivos. Al utilizar ese sustrato, reduces la necesidad de utilizar productos químicos nocivos para el medio ambiente.

¿Cómo se hace la fibra de coco?

La fibra de coco surge de la cáscara de la fruta del cocotero, antes se desechaba, creando una gran cantidad de residuos. Afortunadamente, en los países donde más se consume, se dieron cuenta de que los restos podían aprovecharse para diferentes sectores.

Este sobrante compuesto por diferentes tipos de fibras (cortas y medias) y polvo se envejece durante meses, dependiendo del resultado final que queramos. A continuación, se lava con agua con un pH neutro para eliminar las sales. Después de someterlo a diferentes controles se pasa a secar el material sobre el cemento que evita que se contamine el material. La deshidratación se consigue con temperaturas que superan los 65 grados, esto además permite la esterilización. Una vez secada, la fibra de coco se criba y se prensa. Podemos encontrarlos en diferentes formatos como sacos, esteras, slabs, jiffys, etc. Estos pueden contener polvo, fibras de coco y granulado de coco. Dependiendo del formato son más adecuadas para semillas, esquejes o para plantas ya enraizadas.

Una de sus mayores ventajas es que la fibra de coco es totalmente natural y reutilizable, por lo que además de ser un producto reciclado podemos alargar su vida útil si lo usamos más de una vez.

Cómo cultivar con fibra de coco

Una de las principales dificultades que puedes encontrar con este sustrato es que se seca rápidamente por lo que tendrás que prestar más atención al riego.

Preparación: Antes de utilizar la fibra de coco, debe humedecerla correctamente para que alcance su capacidad máxima de retención de agua. Remoja el sustrato en agua durante unas horas y luego escúrrelo para eliminar el exceso de líquido.

Para saber cuándo tenemos que regar podemos fijarnos en la coloración del sustrato si es marrón claro es que está seco y si es marrón oscuro es que está mojado. En el caso de no tener tiempo podemos instalar un sistema de riego automático que nos facilite la tarea.

Siembra: Coloca la fibra de coco en macetas o jardineras, asegurándote de que haya suficiente espacio para el crecimiento de las raíces. Trasplanta tus plantas o siembra las semillas en la fibra de coco y cúbrelo ligeramente con más sustrato.

Mantenimiento: Durante el cultivo, asegúrese de monitorear la humedad del sustrato y observe cuando sea necesario. Es imprescindible llevar un control del pH y la CE. Ten en cuenta que la fibra de coco retiene agua por más tiempo que otros sustratos, así que evita el riego excesivo. Además, recuerda fertilizar tus plantas periódicamente para proporcionarles los nutrientes necesarios.

 

Una de las ventajas de este sustrato es que es resistente al calor por lo que en el caso de aumenten las temperaturas no debes preocuparte. Otro punto a favor es que al ser un material estéril es menos atacado por plagas e insectos, por lo que corremos menos riesgo a sufrir enfermedades.

La fibra de coco ofrece una alternativa sostenible y eficiente para el cultivo de tus plantas. Sus propiedades de retención de agua, aireación del suelo y nutrición vegetal la convertirán en un sustrato ideal. Además, al utilizarla, estás contribuyendo a preservar el medio ambiente al aprovechar un recurso renovable y reducir la necesidad de productos químicos.

Prueba la fibra de coco en tus próximos cultivos y experimenta los beneficios de esta solución sostenible. ¡El medio ambiente y tus plantas te lo agradecerán! Si tienes alguna duda escríbenos.

La lana de roca hace uso del poder de la roca natural para proporcionarte un medio de cultivo aireado y esponjoso, que es ideal para cultivar marihuana. Este material ofrece un óptimo drenaje, favorece el desarrollo de las raíces y viene en forma de cubos o tacos fáciles de trasplantar.

¿Qué es la lana de roca?

Lana de roca o lana minera fue descubierto a comienzos del siglo XX en Hawái tras la explosión del volcán Mauna Loa. Al comprobarse su utilidad empezó a fabricarse de manera industrial, primero como aislante térmico en edificios (para mantener la temperatura), como cortafuegos y también como aislante acústico. Su uso es totalmente seguro ya que no contienen componentes tóxicos perjudiciales para los seres humanos.

En los años 60 fue cuando se introdujo para cultivo ya que se descubrió que su capacidad de aireación y su uso sencillo era aprovechable en la agricultura y la jardinería. Actualmente, su empleo en el cultivo hidropónico está muy extendido tanto en España como en el resto de Europa.

Los cannabicultores se deciden habitualmente por la lana de roca ya que tienen un precio muy económico y permite una buena aireación de las raíces de marihuana. Desde el año 1982 su uso en el cultivo hidropónico se ha ido extendiendo entre los amantes del cannabis.

Fabricación de lana de roca

La lana de roca se realiza con diabasa, piedra caliza y carbón de coque. Estos materiales se someten a altas temperaturas que superen 1500 grados. Con este método se transforman estas sustancias, pasando de estado sólido a líquido. A esta lava se el agrega un ligante orgánico y pasa por unas ruedas que la transforma en fibras muy pequeñas. Estos hilos de lana de roca se solidifican mediante la aplicación de aire a 230 grados consiguiendo las fibras.

Tras este procedimiento la lana de roca se comprime dependiendo del uso que se le vaya a dar (construcción, jardinería, etc). A continuación, se corta en distintos tamaños y formatos, por eso podemos encontrar este sustrato en tacs, slab, etc. La elección de la forma de este sustrato depende de varios factores como del espacio disponible que tengamos y si queremos germinar, hacer esquejes o cultivar. Los slabs con útiles para poner varias plantas juntas. Los tacos son más adecuados para germinar o hacer esquejes.

Este sustrato se considera un material de aislamiento seguro, ya que no contiene amianto ni sustancias peligrosas.

¿Cómo cultivar marihuana con lana de roca?

La lana de roca es el sustrato que más se utiliza en el cultivo de marihuana hidropónico. Para poder aplicar este material debemos de seguir unos pasos previos. En primer lugar, debemos lavar los tacos de lana de roca para que queden completamente limpios y libres de residuos. Este sustrato es muy alcalino por esto la mejor opción es que lo dejemos en remojo una noche en agua con un PH alrededor de 4 y una electroconductividad de 0,5. De este modo conseguiremos que este sustrato baje del 7 hasta menos de un 6 o 5,5. Un buen nivel de acidez permitirá que la planta asimile los nutrientes correctamente.

Una vez que tengamos el PH adecuado, procedemos a eliminar el exceso de humedad de material. Para escurrir el agua sobrante es conveniente que no apretemos el material ya que podríamos estropearlo. Cuando pierda el agua sobrante ya tendremos la lana de roca lista para cultivar, no solo para germinación, también para esquejes. Este sustrato es inerte por lo que no tiene nutrientes como la tierra, debemos añadirlos nosotros.

Este material pierde humedad rápidamente por eso es importante que permanezcamos atentos y evitemos que la planta de marihuana se deshidrate y se estrese. Debemos fijarnos de que la superficie donde colocamos la lana de rosa sea plana ya que si no podemos perjudicar el drenaje.

Germinando en lana de roca

Preparamos el sustrato como ya hemos explicado anteriormente. Una vez que ya tengamos lista la lana de roca introducimos con cuidado la semilla. Podemos usar unos guantes o unas pinzas debidamente esterilizadas para colocarla. Introducimos la semilla en el taco, no demasiado profunda, con unos pocos centímetros es suficiente.

Dejamos los tacos de lana de roca en un invernadero para que no pierda humedad. Debemos procurar que el invernadero o el lugar donde estemos germinando tenga buena ventilación y una temperatura alrededor de los 22 grados. Hay que prestar atención a esto ya que si se secan hay que volver a mojarlos. Tras unos días (de 2 a 7) la semilla ya se habrá abierto y podremos apreciar la radícula. En este momento ya podemos trasplantar la semilla germinada a una maceta o donde queremos que se cultive.

Esquejes en lana de roca

Plantar nuestros esquejes en lana de roca también es muy sencillo y nos aporta grandes resultados. Al igual que con el cultivo y la germinación debemos regular el PH de este sustrato siguiendo los pasos que os hemos comentado anteriormente.

A continuación, hay que agujerear el taco y eliminar el agua sobrante agitándolo.

Tras cortar el tallo que vamos a plantar (10-15 cm) procedemos a introducirlo en el taco, hay que introducirlo hasta el nudo (debe tener al menos 3). Podemos ayudarnos de algún enraizante para facilitarle la labor a la planta. La temperatura del espacio donde vayamos a tener el esqueje debe situarse alrededor de los 25 grados. Lo ideal es que lo tengamos en un invernadero ya que también debemos asegurarnos de que la humedad relativa se sitúe en un 90%.

En el cultivo hidropónico normalmente se usa el riego automatizado, sin embargo, debemos tener cuidado de que no se obstruyan los conductos por donde pasa el agua y nutrientes. La lana de roca, al contrario que otro sustrato como la turba prensada, no desprende residuos. Por lo que podemos estar tranquilas en este aspecto.

Una vez que hayamos usado la lana de roca a la hora de deshacernos de ella es importante que la desechemos de forma que pueda ser reciclada ya que este material no es biodegradable. En Europa ya podemos encontrar plantas de reciclaje para reutilizar la lana de roca en construcciones.

Como ves, cultivar en este sustrato tampoco entraña muchas dificultades y puede darte altos rendimientos gracias a su porosidad. Si quieres unas plantas fuertes y vigorosas simplemente tienes que seguir estas indicaciones y darle a tu planta todo lo que necesita. Con paciencia, luz, agua y unos buenos nutrientes lograrás una cosecha de marihuana espectacular.

Las semillas son el elemento fundamental para todos los cultivadores, sobre todo en el cultivo de Cannabis Sativa L.  Existen diferentes tipos de semillas, cada una con características únicas y específicas que determinan el crecimiento, la floración y los efectos de la flor resultante.

Existen muchas formas de segregar los diferentes tipos de semillas, pero a grandes rasgos se pueden hacer 3 grandes grupos por subespecie, las variedades Sativa, Índica o Ruderalis.

Con el transcurso de los años se han realizado innumerables cruces partiendo de semillas primigenias o “Landrace”, es decir, las variedades originales de Cananabis. Estos cruces nos han permitido llegar a dónde nos encontramos hoy en día, dónde podemos escoger entre todo tipo de semillas.

Podemos escoger nuestra semilla de cannabis por la forma en la que queremos cultivar o por el efecto que queremos obtener de sus flores.

Semillas regulares

Son semillas que, aun siendo resultado de cruces, no son feminizadas, por lo que se consideran variedades más puras. Producen tanto plantas macho como hembras, lo que implica que el cultivador debe estar preparado para identificar y eliminar los machos para evitar la polinización no deseada. Las semillas regulares son ideales para aquellos cultivadores que buscan crear sus propias variedades y experimentar con el cruzamiento de diferentes genéticas. Además, estas variedades suelen producir mayores cosechas y ser más resistentes ante diferentes tipos de inclemencias.

Semillas feminizadas

Este tipo de semilla garantiza en gran medida la producción de plantas hembra, por lo que el riesgo de formación de semillas en la planta por la falta de plantas macho es menor. Estas semillas nos dan la tranquilidad de que nuestro esfuerzo, dinero y tiempo no serán malgastados. Sin embargo, hay que tener una serie de precauciones ya que si la planta se estresa puede convertirse en hermafrodita para polinizarse a sí misma. Son especialmente populares entre los cultivadores comerciales, ya que todas las plantas producirán flores ricas en cannabinoides.

Semillas autoflorecientes

Son ideales para cultivadores novatos o con espacios limitados. Estas semillas producen plantas que no dependen de un ciclo de luz específico para florecer, lo que significa que alcanzan su etapa de floración en un tiempo determinado, independientemente del fotoperiodo o época del año. Además, son plantas ideales para espacios pequeños porque no suelen alcanzar grandes alturas.

Estás semillas de cannabis automáticas están especialmente indicadas si quieres plantar en exterior en invierno o quieres tener varias cosechas a lo largo del año, pero tienen menor rendimiento que las anteriores. Hay otro tipo de autoflorecientes que son las superauto, este nombre se debe a que son capaces de crecer y dar la producción que nos daría una planta que sí depende del fotoperiodo.

Semillas ricas en CBD

En los últimos años, el interés en el cannabidiol (CBD), un compuesto no psicoactivo presente en la marihuana ha crecido enormemente. Las semillas ricas en CBD producen plantas con alto contenido de este cannabinoide y bajo contenido de tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto psicoactivo principal de la marihuana. Estas semillas son apreciadas por sus propiedades medicinales y terapéuticas, ya que el CBD se ha asociado con el alivio del dolor, la reducción de la inflamación y el manejo del estrés y la ansiedad. Los cultivadores interesados en la producción de CBD suelen buscar semillas con una ratio de cannabinoides que permita obtener plantas con altos niveles de CBD y bajos niveles de THC.

Semillas ricas en THC

Por otro lado, las semillas ricas en THC se cultivan principalmente por este alto contenido de tetrahidrocannabidol, de efecto psicoactivo y que, dependiendo de las diferentes características de cada variedad, puede producir múltiples tipos de efectos, donde el cultivador o usurario podrá escoger en función del uso que desee darle a sus efectos.

El THC, aunque por ahora no es legal en muchos países, es objeto de múltiples movimientos que promueven o avocan a su legalización, no solo para su uso recreativo, sino también para su aplicación médica en el tratamiento de determinadas dolencias.

Elección de semillas de cannabis

Es importante investigar y comprender lo diferentes tipos de semillas de marihuana antes de comenzar un cultivo. Cada tipo tiene sus propias ventajas y desventajas, y elegir la semilla adecuada puede marcar la diferencia en los resultados finales del cultivo de cannabis.

Desde Hype podemos asesorarte para que tus cultivos crezcan de forma saludable con nuestras soluciones, si tienes alguna duda no dudes en contactar con nosotros.