Que debemos tener un tipo de vida más conciliadora con el medio ambiente es una realidad no es una utopía. El planeta tiene una serie de recursos limitados y es tarea de quienes lo habitamos contribuir a que no agotemos esos recursos, no hay excusas.
Una de las asignaturas pendientes es vivir en casas sostenibles, ya que un 20% de las emisiones de gases invernadero corresponden al consumo en el hogar. Esto se debe a que las viviendas no están construidas con el asilamiento adecuado, por lo que derrochamos energía cuando usamos la calefacción o el aire acondicionado.
En este artículo vamos a contarte cuales son las claves para conseguir casas que consuman menos energía y sean más respetuosas. ¿Son más caras? puede ser, pero sin duda merecen la pena.
Cómo son las viviendas sostenibles
Este tipo de casas son aquellas que están diseñadas y construidas para producir el menor impacto posible en su entorno, ya sea urbano o en plena naturaleza.
Desde hace décadas los y las arquitectas han soñado con viviendas realizadas con materiales ecológicos y reutilizables, estructuras que se integran en el paisaje y cuya tecnología permite que se autoabastezcan.
Para conseguir estas casas ecológicas y autosuficientes hay que valorar el uso de materiales reciclados para no encarecer el coste de la vivienda. La colocación de las ventanas es otro factor con el que conseguir que el calor y el frío sea más efectivo. Todo está pensado para que nuestra vivienda sea respetuosa con el planeta.
Requisitos para una casa ecológica
Este tipo de viviendas deben cumplir una serie de criterios de arquitectura sostenible que garanticen que su usabilidad es compatible con la conservación del medio ambiente.
Materiales
Si queremos afectar en la menor medida posible el medio ambiente debemos elegir materiales cuya extracción sea respetuosa y no altere su entorno. Hay materias primas como el corcho que no causan daño al extraerse.
Los materiales considerados bioclimáticos no son los mismos en todo el mundo, ya que depende del tipo de clima, sin embargo, todos tienen que ser libres de tóxicos en su fabricación y utilización y preferiblemente naturales y locales. Otra forma de conseguir materiales que respeten al medio ambiente es a través del reciclaje. Así reducimos la generación de residuos y el gasto económico.
Aislamiento
Una casa bien aislada consigue eliminar los cambios bruscos de temperatura, tanto de calor como de frío. Se suele usar paredes con un grosor mayor que consigue que la temperatura permanezca estable minimizando el uso de aparatos de climatización.
Algunos materiales como el ladrillo de tierra son buenos aislantes y tienen una gran inercia térmica, es decir, almacenan calor para liberarlo cuando es necesario. Además, regula la humedad.
Orientación
Otra de las condiciones para que estas viviendas sean más sostenibles es que tengan una buena orientación para aprovechar adecuadamente las horas de luz. Si vivimos en el hemisferio norte tenemos que construir la casa con orientación sur. Lo ideal es ubicar las habitaciones de la casa donde pasamos más tiempo en las fachadas que reciben las horas de sol durante más horas.
Ese calor acumulado durante el día se queda en el hogar durante la noche permitiendo un mayor confort térmico.
Energía
Uno de los puntos fuertes de las casas sostenibles es el uso de energías renovables que permitan el autoabastecimiento. Se pueden colocar placas solares para aprovechar las horas de sol, pero también podemos utilizar el viento y el agua para fabricar nuestra propia energía.
Gracias a estos sistemas podemos ser autosuficientes sin tener que usar combustibles o electricidad, conseguiremos ahorro y sostenibilidad. Lo eco no es una moda, es la única solución si queremos sobrevivir en el planeta.